viernes, 31 de enero de 2014

REFLEXIONES PRELIMINARES PARA UN BUEN ESTUDIO



REFLEXIONES PRELIMINARES  PARA UN BUEN ESTUDIO





Se supone que el estudiar es mi ocupación principal, puesto que estoy invirtiendo gran parte de mi tiempo y recursos económicos en mi formación profesional. ¿Estoy realmente aprovechando todas las oportunidades que se me brindan para mi educación, o las estoy desperdiciando?

Una probable indicación de mi madurez, no es tanto lo que yo prometa para el futuro, sino la forma de enfrentar mis responsabilidades actuales:
¿Aprovecho las horas de clase, o asisto solamente para que no me pongan falta? ¿Estudio sólo para aprobar, o estudio para aprender bien? ¿Aprovecho los libros de texto, o sólo los compro y los guardo? ¿Hago yo mismo las tareas o las copio? ¿Aprovecho las horas de estudio o las desperdicio? ¿Resuelvo los exámenes yo mismo o trato de copiarlos? ¿Me sujeto a un horario de estudio, o dejo todo para después?

Muchas veces me he preguntado por qué algunas materias están en mi plan de estudios, si creo que no son necesarias en mi carrera y sí pienso que no me interesan.
En algunos casos, esas materias forman parte de la cultura general indispensable en un profesional. En otros casos, sirven de requisito para entender cursos posteriores, aunque aparentemente se crea que no tienen relación inmediata. Tenemos la responsabilidad de estudiar y aprender también esas materias. A medida que nos adentramos en ellas, el interés va aumentando.
Todas las materias que están en un plan de estudios, son valiosas en diversos grados.

Como estudiante he oído con frecuencia estas quejas:
"El profesor deja muchas tareas, no explica bien su clase ni la hace interesante, exige demasiado, pone exámenes muy difíciles y es injusto al calificar".
Es evidente que el aprovechamiento de una clase, depende tanto del profesor como de los alumnos, pero, la mayor parte de estas críticas, ¿no serán más bien excusas de los estudiantes debido a cierta falta de dedicación, de concentración, o del deseo de trabajar?. También es lógico que las clases no podrán ser interesantes cuando se es indiferente a ellas o no se tiene la voluntad de intentar entenderlas.

No se adquiere una educación profesional por inspiración. La educación no significa llegar a poseer un mínimo de conocimientos con el menor esfuerzo personal. Para lograr una profesión se requiere trabajo intenso y no sólo el uso de una pequeña parte de la capacidad intelectual del individuo. Esto último es una de las fallas más importantes de algunos estudiantes.

El éxito en mis estudios depende de:
  • Mi dedicación al estudio mediante una técnica adecuada.
  • Una fuerte motivación pars la realización de ese esfuerzo. 

El fundamento de mi futuro en la vida profesional es mi actitud como estudiante, la forma de enfrentar responsabilidades: en el estudio personal, en la importancia que reconozca a los libros de texto, en mi actitud durante las clases y los laboratorios, en la resolución de mis tareas y exámenes.
Un programa de mis actividades como estudiante, orientado convenientemente y balanceado de modo que permita el desarrollo de todas mis responsabilidades, aumentará mi calidad humana, en lo académico, en lo espiritual, en lo social y en lo físico.

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