ESTUDIAR
Y APRENDER
Estudiar
es concentrar todos los recursos personales en la capacitación y asimilación de
datos, relaciones y técnicas, con el objeto de llegar a dominar un determinado
tema o problema.
Aprender
es obtener el resultado deseado en la actitud del estudio. Se puede estudiar y
no aprender. No se puede aprender sin prenderse activamente a lo que se desea
aprender y aprenderlo.
El
proceso de aprendizaje requiere lo siguiente:
- Captación de conceptos.
- Retención de ellos en la memoria.
- Integración de los conceptos y, mediante la percepción de sus relaciones, elaboración de los criterios resultantes.
- Aplicación de los mismos a la resolución de nuevos problemas, o a la emisión de opiniones.
La
lectura es una de las formas más usuales del estudio y el aprendizaje; sin
embargo, no todo el que lee aprende.
En
ocasiones oímos que algunos estudiantes dicen: "Leí varias veces los
capítulos del texto asignado, y ¡reprobé el examen! ¡Esto no es justo!. En
cambio, mi compañero, que sólo leyó una vez, obtuvo muy buena
calificación". Esto sucede en realidad. Para obtener buenos resultados
de la lectura, como medio de aprendizaje, no es un factor determinante el
número de veces que se lee algo, sino más bien cómo se lee, si se sabe leer
bien.
Saber
leer implica varios requisitos: percepción, comprensión, crítica sana,
selección en orden de importancia, retención e integración de lo que se lee.
La
memoria juega un papel muy importante en el proceso del aprendizaje. Sin
embargo, al estudiar hay que pensar y no solamente memorizar. El pensar es una
de las artes de mayor importancia, pero es frecuente que no se practique cuando
se estudia. Los resultados del estudio se ven favorecidos si se emplea más
tiempo en pensar en la interpretación de los conocimientos y no en la mera
memorización de hechos y datos.
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