LA EDUCACION PRINARIA
La educación primaria (también conocida como educación
básica, enseñanza básica, enseñanza elemental, enseñanza primaria, estudios
básicos o estudios primarios) es la que asegura la correcta alfabetización, es
decir, que enseña a leer, escribir, cálculo básico y algunos de los conceptos
culturales considerados imprescindibles. Su finalidad es proporcionar a todos
los alumnos una formación común que haga posible el desarrollo de las
capacidades individuales motrices, de equilibrio personal; de relación y de
actuación social con la adquisición de los elementos básicos culturales; los
aprendizajes relativos mencionados anteriormente.
La educación primaria, también conocida como la educación
elemental, es la primera de seis años establecidos y estructurados de la
educación que se produce a partir de la edad de entre cinco y seis años hasta
aproximadamente los 12 años de edad. La mayoría de los países exigen que los
niños reciban educación primaria y en muchos, es aceptable para los padres
disponer de la base del plan de estudios aprobado.
Es el primer paso para la educación secundaria y superior. En
la mayoría de países constituye un estadio obligatorio y se imparte en escuelas
o colegios.
Esto exige que el niño se apropie del código escrito, como
posibilidad de significación y construcción del sentido, y no sólo como
decodificación fonética.
De aquí se desprende la importancia de la estimulación en
forma oral, ya que los niños escribirán de acuerdo a lo que escuchan y hablan,
enriquecer los contextos es importante para que los niños sean estimulados
desde edades tempranas.
LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE.
Generalmente estos programas coinciden con los siguientes
objetivos:
Iniciar el conocimiento del abecedario, fonética y reglas de
formación de palabras.
Aplicar y reforzar el vocabulario, léxico y dicción del
estudiante.
Reconocimiento básico de cantidades y numerales.
Formación cívica. Reconocimiento de los elementos patrios e
identidad nacional.
Las operaciones aritméticas tradicionalmente se han enseñado
de forma memorística, sin base de razonamiento alguna. La teoría de conjuntos
cae en la axiomatización sin conducir al niño a través del juego y la
experimentación, a alcanzar por inducción el descubrimiento de las realidades
matemáticas, lo que ha presentado un problema que se encuentra: en la visión
del maestro hacia las matemáticas, en las actividades propuestas para enseñar
matemáticas y en la concepción de los alumnos de los contenidos matemáticos.[2]
Razón por la cual ha sido objeto de investigación sistemática e institucional
en los últimos cuarenta años. Dicha investigación ha arrojado a la luz diversos
factores que inciden en el problema y de ello se han derivado acciones
encaminadas a tratar de resolver tal problemática.
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